Fedea Policy Papers

The Impact of the 2012 Spanish Labour Market Reform on Unemployment Inflows and Outflows: a Regression Discontinuity Analysis using Duration Models∗

Resumen No Técnico

J. Ignacio García Pérez (U. Pablo de Olavide & Fedea) y Josep Mestres Domenech (CaixaBank Research)

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España ha reformado su mercado de trabajo en más de una decena de ocasiones en los últimos treinta años. La última gran reforma ha sido en el año 2012 y hasta ahora son pocas las evaluaciones de sus efectos. En este documento se presenta una evaluación causal del impacto de la reforma centrada sobre uno de los aspectos más controvertidos de la misma: las nuevas reglas de contratación y de despido. Concretamente, este artículo analiza el impacto de dichas reglas sobre las tasas de salida del desempleo y el empleo en España para el periodo 2012-2014. Este artículo actualiza y extiende los resultados del informe que FEDEA presentó en febrero de 2016. Concretamente, en este artículo se analiza con más profundidad la salida del empleo al desempleo, estudiando si la reforma ha modificado el patrón de dichas salidas en función del tamaño de la empresa así como si también ha afectado a la decisión de despido frente a la de cambio de contrato dentro de la misma empresa.

La estimación de modelos de duración para las tasas de salida del desempleo al empleo y del empleo al desempleo son un buen primer paso para ver si la reforma laboral de febrero de 2012 ha conseguido mejorar las probabilidades de obtener un empleo (estable) en el caso de los desempleados o ha ayudado a mantener el empleo en el caso de los ocupados. Asimismo, la estimación de la tasa de salida del empleo al desempleo también arroja luz sobre el impacto que las importantes modificaciones contenidas en la Reforma Laboral relativas a las reglas de despido puedan haber tenido sobre las decisiones empresariales en este sentido.

Usando información sobre una muestra de casi 200.000 trabajadores empleados y desempleados en España durante los años 2006-2014 y aplicando una estrategia de identificación basada en un diseño de discontinuidad o “discontinuity design” similar al descrito en Hahn et al. (2001) tratamos de identificar el cambio en las series temporales de contratación y despido ocurrido en España a partir de febrero de 2012 y que puede ser atribuido, una vez especificado convenientemente un modelo econométrico de duración para la tasa de salida del empleo y el desempleo, al efecto de la reforma aprobada en esa fecha.

Nuestros resultados indican que la reforma laboral de 2012 parece haber animado la salida del desempleo hacia un empleo indefinido, frente a la alternativa del contrato temporal. Como resultado, podemos afirmar que la reforma ha favorecido en cierta medida un menor dualismo en la contratación. En efecto, nuestro análisis confirma que, como se obtuvo en OCDE (2014), la reforma ha aumentado la probabilidad de salir del desempleo al empleo indefinido: la transición mensual ha aumentado debido a la reforma de un 1,7% a un 2,6%, en promedio, durante los primeros seis meses en el desempleo. La salida al empleo temporal también ha aumentado, aunque en menor proporción, por lo que, en general, la reforma ha supuesto un mayor dinamismo en la contratación indefinida, manteniendo inalterada la contratación temporal. No obstante, debido a que la salida al empleo temporal sigue siendo, con diferencia, la opción mayoritaria, el efecto agregado de este aumento en la transición al empleo indefinido sobre el stock de trabajadores con contrato indefinido sigue siendo poco relevante.

Por otra parte, el efecto de la reforma sobre las transiciones desde el empleo al desempleo parece ser muy distinto para el empleo temporal y el indefinido. Por una parte, para los trabajadores con contrato temporal, la reforma ha supuesto una reducción en sus ritmos de destrucción de empleo, especialmente entre empresas pequeñas (de menos de 50 trabajadores), seguramente porque estas empresas están haciendo uso de las nuevas medidas de flexibilidad interna puestas a su disposición de cara a acomodar sus necesidades de ajuste. Encontramos también evidencia de que la reforma ha facilitado también las transiciones directas desde posiciones temporales a indefinidas (han pasado en media del 0,3 al 0,4% en términos mensuales) si bien dichas transiciones directas son todavía marginalmente muy bajas. Por otra parte, para los trabajadores indefinidos no se detectan efectos significativos sobre la probabilidad de despido, lo que interpretamos como evidencia de que la mayor disponibilidad para las empresas de medidas de flexibilidad interna alternativas al despido ha compensado la reducción en los costes de despido para dichos trabajadores.

Un cálculo orientativo que puede darnos una idea aproximada del tamaño de los flujos relevantes en términos del número de empleos afectados consiste en aplicar a los stocks de parados y ocupados con contratos temporales existentes a finales de 2015 la variación en la probabilidad de salida inducida por la reforma que se ha estimado en el estudio. El ejercicio indica que el stock de desempleados se habría reducido en cada año desde 2012 en unos 24.000 efectivos debido a los nuevos puestos de trabajo indefinidos creados anualmente gracias a la reforma y en unos 16.300 adicionales por la reducción en las tasas de despido de los temporales. Aunque estas cifras han de interpretarse con precaución, los resultados sugieren que la reforma podría ser responsable de aproximadamente un 20% de la reducción observada en la serie del desempleo desde marzo de 2012 a diciembre de 2015.

En cualquier caso, el hecho de que todavía siga siendo casi cinco veces más probable salir del desempleo a un empleo temporal que a uno indefinido apunta a un efecto positivo pero pequeño de la reforma en términos de reducción de la extrema dualidad laboral del mercado de trabajo español, lo que indica que será necesario un mayor esfuerzo para reducir de manera sustancial dicha dualidad de cara a conseguir un mercado más eficiente y con mayores tasas de crecimiento de la productividad.