FEDEA publica hoy una nota de Benito Arruñada (U. Pompeu Fabra) sobre el proyecto de ley de creación y crecimiento de empresas, recientemente remitido a las Cortes en cumplimiento del compromiso adquirido con la Comisión Europea en el Plan de Recuperación. El autor valora positivamente la voluntad del Gobierno de aliviar las cargas y frenos a la creación y crecimiento de nuevas empresas. Sin embargo, también considera que el proyecto se centra en cuestiones secundarias en detrimento de otros temas de mayor importancia que merecerían su atención.
El proyecto de ley pretende simplificar o facilitar algunos de los trámites necesarios para crear y poner en marcha una empresa o reducir sus costes. Buena parte del texto se centra en facilitar el uso de medios telemáticos en la constitución de sociedades mercantiles, un trámite relativamente poco costoso en cualquier caso y que afecta sólo a las empresas que adoptan la forma societaria. El legislador también permite constituir sociedades limitadas con un solo euro de capital, como si la aportación (que no gasto) de un capital de 3.000 euros hubiera sido en algún momento una restricción real, cuando el capital social materializado como aportación monetaria en cuenta corriente puede retirarse de ésta inmediatamente o ser aportado en especie.
En cambio, el proyecto de ley olvida por completo los costes de arranque no societarios, que representan la totalidad de los costes de arranque para los empresarios individuales (incluidos la mayoría de los autónomos), así como, más importante, los costes recurrentes en que incurre todo tipo de empresa para operar en la formalidad. El proyecto presta también escasa atención a barreras tan fundamentales como son las autorizaciones y licencias de apertura, no sólo relativas a las empresas sino a sus establecimientos, quedándose en el terreno de meros retoques y declaraciones genéricas de buenas intenciones respecto a la unidad de mercado y la mejora regulatoria. Asimismo, se omite cualquier referencia a las barreras al crecimiento empresarial generadas por la existencia de umbrales regulatorios, en virtud de los cuales la carga fiscal y regulatoria aumenta de forma automática con la dimensión de la empresa, un fenómeno que ha sido criticado de forma reiterada por numerosos informes de organismos internacionales.
Por último, el proyecto de ley viene a ampliar las burocracias públicas con la creación y reforma de varios organismos: un flamante Observatorio Estatal de la Morosidad Privada; un renovado sistema de seguimiento, evaluación y reforma del CIRCE; un Observatorio de Buenas prácticas Regulatorias que será gestionado por la Secretaría de Unidad de Mercado; y la nueva Conferencia Sectorial para la Mejora Regulatoria y el Clima de Negocios, que asume las funciones del Consejo para la Unidad de Mercado.
Para más información, véase:
Arruñada, B. (2022). “Comentario al proyecto de ley de creación y crecimiento de empresas.” FEDEA, Colección Apuntes, no. 2022-03. Madrid.