Economía Digital, Energía y Medio Ambiente

Tecnologías emergentes e IA: algunos ejemplos prácticos de aplicaciones y de los procesos de aprendizaje

La implementación de tecnologías vinculadas de modo más o menos directo con la Inteligencia Artificial (IA) es cada vez más amplia, tanto en el ámbito de las aplicaciones dirigidas al entorno profesional como en el de aquellas enfocadas a los usuarios particulares. De hecho, es tal la cantidad y variedad de usos vinculados a la IA en distintos entornos que resulta casi imposible tratar de sintetizarlos. En cualquier caso, una condición necesaria para la extensión social y empresarial de nuevas tecnologías basadas en IA es la existencia de un amplio conjunto de personas con las habilidades adecuadas para poder aprovechar las oportunidades y los instrumentos digitales disponibles.

En ese contexto, Fedea publica hoy un trabajo de Carmen Vázquez de Castro (consultora independiente especializada en formación) en el que, por un lado, se aportan distintos ejemplos de aplicaciones recientes de la IA con un carácter disruptivo y, por otro lado, se reflexiona sobre las características de la formación no reglada en IA en España.

El trabajo parte de considerar que estamos asistiendo a una creciente penetración en el uso de la IA para agilizar los procesos productivos, en un amplio rango que va desde de la implementación de productos informáticos adaptados a la optimización empresarial en empresas de gran tamaño hasta numerosas herramientas para profesionales individuales. La autora señala que esas aplicaciones, de las que aporta algunos ejemplos, están teniendo un claro impacto en términos de mejoras de productividad asociadas a muchas tareas en las organizaciones, aunque este impacto no resulte sencillo de medir. Asimismo, indica cómo están también posibilitando la aparición de nuevas formas de creación de valor y de gobernanza. A ese respecto, pone como ejemplo el incipiente uso de organizaciones descentralizadas y autónomas (DAOs por sus siglas en inglés), que permiten la coordinación de actividades de una comunidad dispersa de partes interesadas en lograr un objetivo común. Estas nuevas organizativas se apoyan en el uso de la tecnología de blockchain, que está también en la base de la “economía de la propiedad”, donde se pretende que el usuario o consumidor de un activo digital sea también propietario del mismo. Asimismo, en el trabajo se describe el papel que la IA puede tener al colaborar en una amplia casuística de toma de decisiones colectivas en distintos ámbitos.

En cualquier caso, se señala que este es un entorno donde hay mucha experimentación con nuevos formatos, siendo razonable esperar que solo una parte de ellos consigan perdurar y consolidarse. En ese sentido, como ha ocurrido en anteriores olas de innovación, muchas de las empresas o iniciativas que surgen no se sostendrán, bien por no aportar realmente un valor diferencial o bien por una gestión inadecuada, como se ha puesto de manifiesto en los recientes eventos en el ámbito de las criptomonedas.

La autora ofrece también un análisis del funcionamiento del mercado formativo español en este ámbito, centrándose en la formación no reglada. Esta se desarrolla especialmente en formato de bootcamps, que transmiten contenidos y habilidades en IA con un enfoque muy práctico en cuestión de pocos meses. La autora destaca, como fortaleza de los mismos, el hecho de que ofrecen respuestas ágiles para cubrir nuevas necesidades, que son intrínsecamente muy variables y que se encuentran en constante evolución, Sin embargo, apunta que son formatos cuyo público suelen ser profesionales con cierta capacidad económica, si bien corregida por políticas de becas. Ese tipo de formatos se está combinando con otras iniciativas que tratan de extender, con una visión muy práctica, la formación en herramientas de IA para un conjunto más amplio de la población.

Documento completo

Vázquez de Castro, C. (2022). “Tecnologías emergentes e IA: algunos ejemplos prácticos de aplicaciones y de los procesos de aprendizaje”. Fedea, Apuntes 2022-33