Fedea publica hoy un trabajo de J. E. Boscá (U. de Valencia y FEDEA), J. Cano (U. de Valencia) y J. Ferri (U. de Valencia y FEDEA) en el que se analizan algunos aspectos de la evolución de la pandemia de Covid en nuestro país durante 2021. En el estudio también se ofrecen estimaciones del impacto de las vacunas sobre el número acumulado de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos y del personal adicional que sería necesario en el sistema de atención primaria para hacer frente a la sobrecarga de trabajo que está generando la sexta ola.
Los autores documentan la existencia de una clara tendencia a la baja durante el año en la gravedad de la epidemia y la presión que ésta ejerce sobre el sistema hospitalario. Como se aprecia en los gráficos 1 y 2, la probabilidad de que la infección exija tratamiento hospitalario se ha ido reduciendo y también lo ha hecho el número de muertes, tanto en relación con el número de contagios como en términos absolutos. Aunque el número total de contagios ha batido todos los records a finales de año con la nueva ola generada por la variante ómicron, la gravedad media de las infecciones se ha reducido muy considerablemente. Ajustando por este factor, como se hace en el Gráfico 3, las tasas de incidencia actuales están por debajo del pico de la tercera ola, registrada a principios de 2021.
La causa inmediata de la mejora de la situación sanitaria ha sido la creciente inmunidad de la población, debido fundamentalmente al rápido proceso de vacunación. El impacto positivo de las vacunas sobre los indicadores sanitarios ha sido extraordinario. En su ausencia, se estima que las muertes por Covid habrían sido casi 6 veces mayores, concentrándose entre los segmentos de mayor edad. Por el contrario, si toda la población hubiera estado vacunada desde la primera semana de abril, la incidencia del Covid durante 2021, medida en términos de hospitalizaciones y defunciones, habría sido similar a la de un mal año de gripe.
Partiendo de hipótesis que intentan ser razonables sobre el tiempo necesario para realizar pruebas diagnósticas y gestionar bajas y altas laborales, en el estudio se realiza una estimación del personal de refuerzo que sería necesario para absorber la sobrecarga de trabajo que la sexta ola está suponiendo para el sistema de atención primaria. Según los cálculos de los autores, desde el inicio de la sexta ola la plantilla de cada centro de atención primaria en España habría tenido que aumentarse en más de 2 empleados de media. En ausencia de este refuerzo, la carga agregada de trabajo de los médicos habría aumentado alrededor del 24%, de lo que aproximadamente 6 puntos porcentuales se deberían a la gestión de bajas y altas médicas. En el caso de los enfermeros, el aumento en la carga de trabajo habría sido del 19% y del 36% en el del resto de profesionales, donde se incluyen, entre otros, los recepcionistas/telefonistas y los técnicos de laboratorio.
El trabajo finaliza con algunas recomendaciones para lidiar con la etapa actual de la pandemia. Entre ellas destaca la necesidad de incentivar la vacunación mediante la generalización de la exigencia del pasaporte covid o pruebas diarias para acceder a ciertas instalaciones o eventos, y la posibilidad de establecer centros específicos fuera de los centros de atención primaria para la realización de pruebas diagnósticas, así como procedimientos más ágiles para la tramitación de altas y bajas laborales por motivos médicos.
Para más información:
Documento completo
Boscá, J. E., J. Cano y J. Ferri (2022). “Covid-19 en España durante 2021.” FEDEA, Documento de Trabajo no. 2022-01. Madrid.