Macroeconomía y Economía Internacional

El desempeño exportador de España: claves de un éxito

Durante las últimas tres décadas, España casi ha multiplicado por dos su integración en la economía global a través de las exportaciones. De ese modo, si bien todavía está lejos de la tasa de apertura por exportaciones de Alemania, ya supera la de países como Francia o Italia. Durante este periodo, además, España ha mantenido su cuota en el mercado global de bienes y en la de servicios empresariales. Esto debe considerarse como un éxito al tener en cuenta que China, que tenía un peso discreto en el comercio internacional hace tres décadas, ha aumentado de forma notable su participación en los mercados mundiales, convirtiéndose en el líder global en la exportación de bienes y en uno de los mayores exportadores de servicios.

Fedea publica hoy un trabajo de Asier Minondo (Deusto Business School) en el que se analizan las claves del buen desempeño exportador de las empresas españolas durante las últimas tres décadas. Tanto para los bienes como para los servicios, el estudio muestra que las empresas exportadoras son “mejores” que las empresas no exportadoras en variables como ventas, empleo, productividad, salarios e innovación. El autor argumenta que la calidad de la gestión empresarial es el factor clave que explica las diferencias entre las empresas exportadoras y no exportadoras. A ese respecto, la introducción de prácticas de gestión más avanzadas y la mejora en la calidad de los directivos han contribuido de forma significativa al buen desempeño de las exportaciones españolas durante las últimas tres décadas.

En segundo lugar, el autor analiza los factores de éxito específicos a la exportación de bienes. Los análisis empíricos muestran que la creación de nuevas empresas exportadoras, la diversificación de las empresas que ya exportaban a nuevos mercados y productos, así como la intensificación de las relaciones que ya existían, han favorecido el crecimiento de las exportaciones españolas. Como otra clave de éxito, el autor destaca el aumento del compromiso de las empresas españolas con los mercados foráneos. En el pasado, las empresas españolas se caracterizaban por acudir a los mercados internacionales solamente cuando la demanda doméstica entraba en recesión. Sin embargo, desde la crisis financiera de 2009 se ha observado un aumento notable de las empresas que compiten en los mercados internacionales de forma regular, lo que indica que la presencia en los mercados foráneos se ha convertido en un elemento central de la estrategia de muchas empresas españolas. Asimismo, el aumento de la participación de España en las cadenas de valor globales, elemento distintivo del proceso de hiperglobalización que se produce entre 1990 y 2008 en la economía mundial, ha sido otro de los factores que ha podido favorecer el crecimiento de las exportaciones. En relación con la estrategia competitiva, el autor muestra que las empresas españolas que más exportan lo hacen siguiendo una estrategia de costes. Asimismo, las diferencias en el valor de las exportaciones entre empresas tienen más que ver con elegir correctamente el mercado y el producto en los que una empresa es más atractiva que con el número de mercados y productos a los que exporta una empresa.

El autor analiza también la especialización de las exportaciones españolas de bienes por productos y destinos. En este sentido, argumenta que la especialización por bienes es, en principio, adecuada para que España pueda aprovechar las oportunidades de la transición verde. Sin embargo, España no tiene una especialización adecuada para explotar las oportunidades que abre la transición digital. Con relación a la especialización por países, el autor señala que España tiene margen para aumentar sus exportaciones a grandes mercados como Estados Unidos y China.

En tercer lugar, el autor analiza los factores de éxito específicos a la exportación de servicios. Se destaca el gran aumento en la exportación de servicios empresariales y de servicios ligados a la informática y las telecomunicaciones. Esto ha permitido que, en 2023, las exportaciones de servicios no turísticos ya sean superiores a las exportaciones de servicios turísticos. Este mayor peso de los servicios empresariales y de los servicios de informática y telecomunicaciones es un hecho muy positivo para la economía española, ya que estas actividades son intensivas en conocimiento, generan empleo cualificado y contribuyen a aumentar la productividad del resto de empresas. Además, la exportación de estos servicios se ha beneficiado de los avances en las tecnologías de la información y la comunicación, que han permitido reducir las barreras de entrada en los mercados foráneos.

A lo largo del trabajo el autor destaca algunos de los retos y oportunidades a los que se enfrenta las exportaciones españolas en un futuro próximo. Las crecientes tensiones geopolíticas apuntan hacia un escenario menos propicio para que las exportaciones puedan seguir creciendo en el futuro. Sin embargo, la especialización de España en los mercados europeos puede ser un elemento positivo si el comercio se repliega hacia países políticamente afines. El sector del automóvil, que tiene un gran peso en las exportaciones españolas, está afectado tanto por la transición verde como por la transición digital. Realizar una transición de la exportación de turismos de combustión interna a turismos propulsados por motores eléctricos será clave para que España pueda mantener su buen desempeño exportador en este sector. Por otra parte, la especialización de España en productos agroalimentarios y farmacéuticos es un elemento positivo ante escenarios de una menor dependencia exterior. Finalmente, la fuerte especialización de las exportaciones de servicios en el sector turístico es un elemento de riesgo ante las crecientes tensiones que se están viviendo por las externalidades negativas de esta actividad.

Ante estos desafíos, algunas de las claves que explican el buen desempeño exportador de España durante las últimas tres décadas permiten, según el autor, que podamos ser moderadamente optimistas sobre el futuro de las exportaciones españolas. El creciente peso de las exportaciones de servicios intensivos en conocimiento, el mayor compromiso de las empresas con los mercados internacionales, la mejora de la calidad de la gestión empresarial, y la capacidad que han mostrado las empresas de competir en sectores muy diversos son elementos que deben contribuir a que el desempeño exportador de España continúe siendo positivo en el futuro.

Documento completo

Minondo, A. (2024). “El desempeño exportador de España: claves de un éxito”. FEDEA, Estudios sobre la Economía Española, no. 2024-32