Esta nueva actualización del Observatorio del Ciclo Económico en España presenta una nueva actualización del análisis de los determinantes del ciclo económico en España, estimando con los últimos datos disponibles el modelo estocástico de equilibrio general dinámico EREMS2 (véase Boscá, et al. 2018). Este modelo permite descomponer las tasas de crecimiento del PIB y de las principales variables económicas en la contribución de las distintas perturbaciones identificadas por el modelo. En particular, incorpora un sector bancario y estima shocks financieros, fiscales, externos y otras perturbaciones macroeconómicas, lo que lo convierte en un complemento muy útil a las herramientas de modelización y análisis macroeconómico. Diversas instituciones internacionales como, por ejemplo, la Comisión Europea (véase Kollmann et al, 2016, o Albonico et al, 2017) realizan ejercicios similares para la eurozona y Estados Unidos.
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Utilizando los supuestos teóricos y las ecuaciones que describen la toma de decisiones por parte de los agentes, es posible estimar las 18 perturbaciones estructurales que se describen en el informe del observatorio y sus contribuciones al comportamiento a lo largo del tiempo de los principales agregados económicos. Empleando la última información disponible, el ejercicio que se realiza en este Observatorio permite identificar el origen de las perturbaciones y la intensidad y persistencia con la que afectan a los principales agregados, proporcionando resultados útiles con los que entender mejor las causas que subyacen a la posición cíclica de la economía española y, por tanto, ofrecer una información valiosa para la actuación de la política económica.
Destacados
Este Observatorio evalúa los factores estructurales que permiten explicar el comportamiento cíclico de la economía española durante 2018, y analiza el peso de las principales perturbaciones que han afectado al PIB y, en particular, al sector exterior.
Las estimaciones muestran que los factores de oferta, que han estado en la base de la recuperación económica desde mediados de 2014, han ido perdiendo peso durante 2018 hasta el punto de tener una contribución neutra en el último trimestre del año. Destaca, por el lado positivo, las perturbaciones relacionadas con la productividad total de los factores (PTF), mientras que las ligadas a la competencia en los mercados y, especialmente, los márgenes de salarios han aumentado su contribución negativa durante los últimos trimestres del año.
Los factores relacionados con la demanda agregada terminaron 2018 sosteniendo el crecimiento del PIB por población en edad de trabajar. Entre estos factores destacan aquéllos que afectan al consumo de los hogares. El comportamiento del gasto de las administraciones públicas también ha tenido una aportación positiva, mientras que la continuidad del proceso de desapalancamiento drenó 0,7 puntos de crecimiento.
Por lo que respecta al mercado de trabajo, la evidencia indica que la relación vacantes/desempleo se situó a finales de 2018 ligeramente por encima del promedio observado en el anterior ciclo expansivo entre 1994 y 2007, lo que sugiere que la economía española estaría próxima a una situación cíclica neutral y el PIB cerca de su senda de crecimiento tendencial de largo plazo.
La recuperación económica en España se ha caracterizado por un aumento del peso de las exportaciones sobre el PIB nominal de casi diez puntos porcentuales respecto a los niveles pre crisis y por una creación abundante de empleo con un superávit de la balanza por cuenta corriente, una situación inédita durante las últimas décadas. Los factores de oferta y de demanda externa han tenido una mayor contribución al crecimiento de las exportaciones, mientras la contribución de la demanda interna y el crédito ha sido residual. Por el contrario, las importaciones disminuyen con la mejora de la competitividad, y aumentan con las exportaciones y la demanda interna y crédito.