de Julio López Laborda, Carmen Marín González y Jorge Onrubia
En casi todos los países del mundo que aplican el IVA, existen consumos gravados a tipos reducidos, superreducidos, tipos cero y exenciones. ¿Existe una justificación sólida para la aplicación de estos regímenes especiales? ¿Quién se beneficia más de los mismos? ¿Cómo contribuyen a la reducción de las desigualdades entre los hogares? ¿Representan un coste significativo en términos de recaudación? ¿Cuánto aumentarían los ingresos si se incrementara alguno de los tipos reducidos o todos ellos? ¿Se podría compensar a los hogares perdedores con la subida del IVA a través de deducciones en otros impuestos o mediante prestaciones?
Estas son algunas de las preguntas que se propone contestar este trabajo. Para ello, se empieza revisando la literatura hacendística, de acuerdo con la cual, ni el principio de equidad ni el de eficiencia proporcionan argumentos firmes suficientes para justificar la aplicación de tipos impositivos reducidos en el IVA, con la finalidad de abaratar el consumo de determinados bienes y servicios. Por su parte, los principios de suficiencia y sencillez apoyan con mayor claridad la aplicación de un mismo tipo a todos los consumos, que también sería recomendable para evitar las presiones de grupos de interés a favor de la aplicación de tipos reducidos a los bienes y servicios consumidos o producidos en su ámbito. También existe un amplio acuerdo en que los objetivos perseguidos por los tipos reducidos pueden alcanzarse con menores costes de eficiencia y de administración y cumplimiento utilizando otros instrumentos, en la vertiente de los impuestos o de los gastos públicos.
A continuación, el trabajo analiza detalladamente cómo se distribuyen entre los hogares residentes en España, según su renta, los pagos por IVA del año 2015, diferenciando según el tipo impositivo soportado. Para completar estos resultados, se divide a los hogares por diversas categorías, en función de su composición, edad de sus miembros y fuente principal de renta; y se desglosa el consumo del hogar en diversas categorías de gasto. Para realizar la investigación, se ha construido una base de datos con información representativa de todos los hogares residentes en España, mediante la fusión estadística de la Encuesta de Presupuestos Familiares y la Encuesta de Condiciones de Vida.
Como muestra el Gráfico 2 del trabajo, los resultados básicos obtenidos son los esperables. Casi un 50% del consumo de todos los hogares está gravado al 21%. El peso en el consumo de los hogares de los gastos exentos o sujetos al tipo del 21% se incrementa cuando lo hace la renta de los hogares, mientras que el peso de los bienes y servicios gravados a los tipos del 4% y 10% disminuye, lo que permite reducir la regresividad global del IVA.
Gráfico 2. Proporción (sobre el 100%) de los consumos gravados a cada tipo impositivo, por niveles de renta (2015)
Seguidamente, el trabajo plantea una serie de escenarios de armonización de los tipos impositivos del IVA, estimándose para cada uno sus consecuencias recaudatorias y distributivas. En un primer bloque, se examinan diversas alternativas de cambio en los tipos de gravamen que mantienen la recaudación del impuesto alcanzada con los tipos vigentes.
Por ejemplo, sería posible mantener la recaudación del IVA sustituyendo todos los tipos actuales (aunque conservando las exenciones) por un tipo único del 15,4%. No obstante, este tipo de reformas eleva los tipos reducidos y reduce el tipo general, lo que empeora la capacidad redistributiva del IVA y, por tanto, del sistema fiscal.
En un segundo bloque de reformas, se simulan diversos incrementos en los tipos reducidos y las exenciones que elevan la recaudación del IVA. Los escenarios considerados son los que muestra el Cuadro 4, en el que se observa que el IVA recaudado de los hogares podría llegar a incrementarse hasta en, aproximadamente, un 34%, si se elevaran los tipos reducido y superreducido hasta el 21%, dejando inalteradas las exenciones.
Cuadro 4. Homogeneización de los tipos de gravamen del IVA. Ganancias recaudatorias en diversos escenarios (2015, millones de euros y % de la recaudación)
Finalmente, en el trabajo se muestra, a modo de ilustración, cómo se podría compensar el aumento experimentado en la cuota del IVA en estos escenarios con una deducción (en su caso, reembolsable) en la cuota del IRPF de los hogares más afectados, mejorando, incluso, el efecto redistributivo alcanzado por el sistema fiscal antes de la reforma del IVA y reduciendo sus costes de eficiencia. Para simplificar, en las simulaciones realizadas se ha devuelto todo el incremento recaudatorio a través del IRPF. No obstante, la literatura ofrece otros ejemplos de cómo puede usarse la ganancia recaudatoria derivada del aumento de tipos en el IVA para llevar a cabo políticas de reducción de impuestos o de aumento de prestaciones para los hogares.
Documento
López Laborda, J., Marín González, C. y Onrubia, J. (2018). “Tipo reducido, superreducido y exenciones en el IVA: una estimación de sus efectos recaudatorios y distributivos a partir de las encuestas de hogares” Estudios sobre Economía Española no. 2018-23.