Economía Digital, Energía y Medio Ambiente

Modernización de las redes de distribución eléctrica en España. Evaluación de los beneficios de la digitalización en el contexto del PRTR

Mediante el Real Decreto 1125/2021, de 21 de diciembre, el Gobierno ha regulado la concesión de subvenciones directas a las empresas distribuidoras de energía eléctrica para la realización de inversiones de digitalización en sus redes y en infraestructuras para la recarga del vehículo eléctrico con cargo a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

En ese contexto, Fedea publica hoy un trabajo de José Ángel Leiva Vilaplana (Technical University of Denmark) en el que se analiza el papel de las inversiones en digitalización de las redes de distribución eléctrica y su impacto en la transición energética. El trabajo indaga en los retos asociados a esa modernización, que están relacionados, entre otros aspectos, con la degradación y el envejecimiento de los equipos eléctricos, los mayores riesgos por catástrofes naturales y fenómenos climáticos, la penetración del autoconsumo, la generación de energía de carácter intermitente y la integración de los vehículos eléctricos. Frente a todo ello, el autor señala que actualmente los operadores de red carecen de información completa sobre el estado de la red en tiempo real, especialmente en la parte de baja tensión de la red.

El trabajo parte de una doble consideración. Por un lado, del reconocimiento del papel que juegan las redes de electricidad, al ser estas responsables de la integración de una creciente potencia de generación basada en energías renovables, al mismo tiempo que debe facilitar la electrificación del transporte y garantizar la seguridad energética. Por otro lado, el trabajo considera que los operadores de las redes de distribución operan en un marco complejo de monopolio natural regulado que requiere alcanzar un difícil equilibrio entre el aseguramiento de la calidad para el usuario y los costes de inversión requeridos, al mismo tiempo que se mantienen los objetivos actuales y futuros de descarbonización, electrificación y descentralización.

El trabajo pone de manifiesto el uso creciente de tecnologías digitales como sensores, drones, análisis de datos y robótica, en los sistemas energéticos para desbloquear nuevos beneficios y reducir riesgos y costes. En ese sentido, el autor señala que la digitalización aporta beneficios directos e indirectos a lo largo de la cadena de valor de la energía, si bien también conlleva riesgos debido, por ejemplo, a su temprana obsolescencia, la huella de carbono asociada y los aspectos relacionados con la ciberseguridad y privacidad de los datos.

El PRTR ha asignado 525 millones de euros a fomentar soluciones digitales para modernizar las redes de distribución eléctrica. Las inversiones en digitalización planificadas por las empresas de distribución en 2021 y 2022 en relación con el RD 1125/2021 se sitúan en el entorno de 520 millones de euros, la mitad de ellos cubiertos desde el PRTR. El autor indica que esas inversiones en digitalización repercuten positivamente sobre varias áreas de negocio, como la planificación de la red, la construcción y la gestión de proyectos, el mantenimiento de la red, la explotación y el control. Sin embargo, los beneficios son a menudo difíciles de monetizar o cuantificar debido a diversas razones, tales como el hecho de que estas tecnologías digitales se basen en una combinación de activos tangibles e intangibles o que algunos beneficios de la digitalización sólo se materialicen tras disponer de las competencias digitales y las herramientas de análisis de datos necesarias.

En cualquier caso, el autor explora las repercusiones de la digitalización de las redes sobre cada una de las áreas de negocio definidas con anterioridad. En primer lugar, en relación con la planificación de la red, el autor señala que las inversiones en digitalización pueden ayudar a detectar zonas de ineficiencia o congestión y a optimizar el funcionamiento de la red, evitando así algunas inversiones adicionales en infraestructuras. Ello permite a los operadores de red aplazar parte de esas inversiones, liberando recursos para seguir modernizando sus sistemas e invertir posteriormente en nuevos proyectos innovadores. En segundo lugar, el autor evalúa los beneficios asociados al mantenimiento de las redes, fundamentalmente derivados del paso de estrategias de mantenimiento correctivas (se actúa cuando ocurre un fallo) a estrategias predictivas mediante algoritmos de aprendizaje automático. Este enfoque proactivo permite a los operadores de red priorizar los esfuerzos de mantenimiento, asignar recursos de manera eficaz y abordar los problemas antes de que se agraven. En tercer lugar, los operadores de red pueden obtener ganancias adicionales por la reducción de las pérdidas y las mejores herramientas en la lucha contra el fraude, con consecuencias positivas en términos de mayores ingresos regulados.

Teniendo en cuenta los costes asociados a las inversiones requeridas y los ingresos adicionales, el autor considera que estas inversiones pueden proporcionar un beneficio asociado en el entorno de 130 millones de euros anuales para el conjunto de los propietarios de las redes.  

Por último, el trabajo aproxima algunos beneficios adicionales para los clientes y el conjunto de la sociedad que se derivan de la digitalización de las redes, como mejoras en el bienestar derivado de la mayor fiabilidad y reducción de las interrupciones, el incremento de las posibilidades para que los consumidores puedan participar en el funcionamiento del sector, o la mayor capacidad para integrar más energía de origen renovable y más puntos de recarga de vehículos eléctricos.

Más información

Leiva, J.A. (2023). “Modernización de las redes de distribución eléctrica en España. Evaluación de los beneficios de la digitalización en el contexto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”. FEDEA, Estudios sobre la Economía Española no. 2023-21, Madrid.

Foto: Dan Coles