Fedea publica hoy un trabajo de Luisa Fuster (Universidad Carlos III de Madrid) sobre el papel presente y futuro de las pensiones de viudedad en España. En opinión de la autora, estas pensiones constituyen un pilar fundamental del estado de bienestar español ya que evitan situaciones de pobreza durante la vejez de un gran número de mujeres y reducen la brecha de género en las pensiones. De cara al futuro, sin embargo, la tendencia hacia una mayor igualdad entre las carreras de cotización de hombres y mujeres puede hacer aconsejable repensar esta prestación.
Cuando se instauró la pensión de viudedad en España, el modelo de hogar típico era muy distinto del actual. En aquel momento, lo habitual era que el marido fuese el proveedor de renta en la unidad familiar mientras que la mujer dedicaba todo su tiempo al cuidado de los hijos. Como resultado, las carreras de cotización femeninas de las cohortes que hoy están en edad de jubilación han sido típicamente mucho más cortas que las masculinas, lo que se traduce en un menor acceso de las mujeres a las pensiones de jubilación y en una menor cuantía de las mismas. En consecuencia, la pensión de viudedad juega un papel fundamental en la actualidad al evitar situaciones de pobreza a las mujeres que no cotizaron o cotizaron poco en el pasado. Como se muestra en el trabajo, en ausencia de la pensión de viudedad, el 50% de las pensionistas actuales no cobrarían una pensión contributiva y la brecha de género en las pensiones contributivas sería del 60% en lugar del 30% actual.
El artículo también documenta que las desigualdades de género en las cotizaciones a la seguridad social están disminuyendo. En los últimos 40 años, la participación laboral de la mujer ha aumentado del 30% al 70%, lo que se ha visto reflejado en un fuerte incremento de las cotizaciones a la seguridad social de las mujeres. En 2018, las diferencias de género en el número de cotizantes y en las bases de cotización son menores entre las generaciones más jóvenes del mercado laboral. Cuando estas generaciones se jubilen, la gran mayoría de mujeres cobrarán una pensión de viudedad equiparable a la de los hombres y la pensión de jubilación ya no será un instrumento imprescindible para evitar la pobreza femenina durante la vejez. Pensando en este futuro, es necesario iniciar una reflexión sobre el papel de la pensión de viudedad. Esta prestación proporciona a las parejas un seguro contra el riesgo de ver disminuido el poder adquisitivo al fallecer uno de sus miembros que, en su diseño actual, toma la forma de una renta vitalicia. Es posible argumentar que este seguro público cumple una función social útil, aunque también podría diseñarse de formas alternativas. Como se indica en el trabajo, algunos países de nuestro entorno han comenzado a introducir reformas en algunos de sus elementos y nosotros deberíamos seguramente comenzar a pensar en ello.
Documento completo
Fuster, L. (2021). “Las pensiones de viudedad en España.” FEDEA, Estudios sobre la Economía Española, no. 2021-06, Madrid.