Fedea publica hoy un informe sobre la evolución de las finanzas autonómicas en 2015 y entre 2003 y 2015. El documento, preparado por Ángel de la Fuente, analiza los últimos datos sobre el tema publicados recientemente por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (MHAP) y por la IGAE.
El análisis de las series de gasto e ingreso autonómico revela un fuerte incremento del gasto entre 2003 y 2009 que se traduce en un rápido deterioro de la situación financiera de las comunidades autónomas una vez los ingresos dejan de crecer con el inicio de la crisis. A partir de 2009 se observa una mejora significativa de los saldos presupuestarios regionales como resultado de un apreciable recorte del gasto y de la recuperación parcial y posterior estabilización de los ingresos. En los dos últimos años del período analizado, sin embargo, los déficits autonómicos tienden a estancarse y las comunidades incumplen holgadamente sus objetivos de estabilidad presupuestaria.
En el año 2015 los saldos presupuestarios regionales han mejorado sólo muy ligeramente a pesar de la caída en casi 3.500 millones de euros del gasto en intereses que se ha producido como resultado de la mejora de las condiciones financieras del FLA y el Fondo de Proveedores. El estancamiento del déficit autonómico se debe en parte a una debilidad “técnica” de los ingresos del sistema de financiación regional, que se han visto reducidos en unos 2.700 millones debido a la inercia de las entregas a cuenta en momentos de cambio de ciclo, y en parte a algunas partidas atípicas de gasto que prácticamente se han comido todo el ahorro en intereses. Tras corregir todos estos factores, el déficit autonómico subyacente se habría reducido en un cuarto de punto adicional, pasando de 1,66% del PIB del saldo sin corregir al 1,40%, lo que todavía supone el doble del objetivo de estabilidad.
En conclusión, aunque algo menos preocupante de lo que podría parecer a primera vista, la situación de las cuentas regionales sigue siendo delicada porque el déficit corregido está muy por encima del objetivo de estabilidad y porque la mejora de los saldos autonómicos registrada en los últimos ejercicios proviene en buena parte de una reducción de las partidas de inversión hasta niveles históricamente muy bajos que no podrán mantenerse por mucho tiempo sin que comiencen a afectar negativamente a la calidad de los servicios públicos. Aunque la previsible recuperación de los ingresos en los próximos ejercicios debería traducirse en una apreciable mejora de la situación, otras cosas iguales, sería aconsejable que las comunidades autónomas continuasen trabajando en la contención de las partidas de gasto corriente, que comienzan a repuntar aún tras descontar los atípicos.
Documento
de la Fuente, A. (2016). “Las finanzas autonómicas en 2015 y entre 2003 y 2015.” FEDEA, Estudios sobre la Economía Española, no. 2016-15.