Empleo

La reinserción de los parados de larga duración es posible. La clave está en la atención individualizada y unas políticas activas de empleo bien diseñadas

Madrid, 15 de diciembre de 2016. Fedea publica hoy el informe El reto de la reinserción de los parados de larga duración como parte de los trabajos de investigación que se están realizando para el programa New Skills at Work de J.P. Morgan.

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El mercado laboral español muestra sólidas señales de recuperación, pero el desempleo de larga duración sigue en niveles insostenibles tras haber alcanzado máximos históricos durante la crisis. El 11% de la población activa lleva más de un año en paro y 1,8 millones de personas han acumulado periodos de desempleo de más de dos años.

Según un informe anterior de New Skills at Work, estos niveles de desempleo de larga duración conllevan un elevado riesgo de exclusión social y económica para los colectivos más vulnerables, entre los que destacan los parados mayores de 45 años y aquellos con bajos niveles de cualificación, en buena parte provenientes del sector de la construcción. La reinserción de todas estas personas plantea enormes desafíos y más aún en el contexto español. Comparado con otros países, nuestros Servicios Públicos de Empleo son poco eficaces en la colocación de parados. Además, España arrastra problemas en el diseño de las políticas activas de empleo que no han sido abordado todavía de manera satisfactoria.

El presente informe analiza las medidas que serían necesarias para corregir las deficiencias del sistema existente de atención a los parados de larga duración y ofrecerles el mejor apoyo individualizado posible. El objetivo final es conseguir su reintegración sostenida en el mercado de trabajo primario.

La publicación del informe coincide con la aprobación definitiva del llamado Programa de Acción Conjunta para Desempleados de Larga Duración. Este programa, dotado con un presupuesto de 515 millones de euros, está motivado por una recomendación del Consejo Europeo (CE) de febrero de 2016. La recomendación hace un llamamiento a los estados miembros para ofrecer apoyo individualizado a los parados de larga duración. La oferta de apoyo debería materializarse antes de cumplir dieciocho meses de desempleo y debería traducirse en un acuerdo de integración con medidas concretas para mejorar la empleabilidad de los afectados.

La intensificación de las políticas activas para los parados de larga duración es necesaria y llega en un momento oportuno. Sin embargo, el informe pone de manifiesto que los objetivos fijados por el CE son inalcanzables en España sin una profunda modernización de nuestros Servicios Públicos de Empleo y un aumento considerable en los recursos destinados a las políticas de empleo.

Actualmente, solo una pequeña minoría de los desempleados de larga duración recibe algún servicio a través de los Servicios Públicos de Empleo. Además, en la mayoría de los casos se trata de servicios estandarizados. Las mejoras necesarias afectan a todas las etapas del proceso de inserción y solo son posibles a través de un esfuerzo coordinado por parte de todas las autoridades y con la ayuda de todas las entidades especializadas en la inserción de personas sin trabajo.

En particular,

• Es prioritario mejorar la capacidad del Servicio Público de Empleo (SPE) y de sus socios para ofrecer un apoyo individualizado a los demandantes de empleo. Esto requiere nuevas herramientas de perfilado y mejoras en el diseño de los itinerarios y de las estrategias de activación, que deberán recoger medidas claras, especificando tiempos, tipos de apoyo y proveedores de servicios específicos para cada grupo de desempleados.

• La prestación directa de estos servicios exclusivamente por parte del SPE exigiría una inversión sustancial en infraestructura y en la contratación y formación de orientadores que sería difícil de completar en un tiempo razonable y que podría resultar difícil de revertir en el futuro. Una mayor colaboración con socios externos, como las agencias de colocación privadas y las entidades especializadas del tercer sector, permitiría actuar más rápidamente, soslayando las actuales restricciones de capacidad, ahorraría recursos y permitiría aprovechar el profundo conocimiento del mercado de trabajo local y la amplia experiencia en la integración de grupos vulnerables de las que disponen estas organizaciones.

• También debería mejorarse la coordinación a nivel local entre los SPEs y los servicios sociales locales. Una opción es la transferencia de la gestión de la renta mínima de inserción a los servicios públicos de empleo. Otra posibilidad interesante, ya adoptada en otros países, sería la creación de centros especializados para la atención a los parados con representantes de todas las administraciones y entes pertinentes. La proximidad física fomenta el trabajo en equipo y facilita el diseño de itinerarios individuales involucrando a especialistas de diferentes campos.

En el corto plazo también conviene una reorientación de los instrumentos utilizados para mejorar la empleabilidad de los parados de larga duración. La inversión en formación y los incentivos a la contratación dirigidos a grupos seleccionados ofrecen los mejores resultados a largo plazo. La orientación también es clave pero su impacto es menos duradero, mientras que los programas de empleo del sector público generalmente son los menos efectivos. En cuanto a la formación, es importante que los programas se diseñen en estrecha colaboración con las empresas. Una opción interesante sería la de incrementar el uso de programas de formación dual.

Se debería permitir una utilización más flexible de los fondos disponibles para las políticas activas de empleo. Lo mejor sería un sistema de presupuestos individuales vinculados a indicadores objetivos de empleabilidad, de forma que el SPE pueda invertir más en las personas que más lo necesitan. Existirían bonos de formación y de intermediación, que permitirían a los propios desempleados elegir a su proveedor de servicios. La introducción de estos bonos incentivaría la mejora de los servicios de las instituciones de formación y de las agencias de colocación, y generaría ahorros significativos de costes gracias a una mayor competencia.

• Es necesario aumentar la implicación de las empresas. En particular, los Servicios Públicos de Empleo pueden ayudar a la difícil reinserción de los desempleados de larga duración en la empresa extendiendo al período posterior a la colocación servicios tales como el asesoramiento, tal como ya hacen algunas entidades del tercer sector en sus programas de empleo.

• Por último, los SPEs de las regiones deben continuar experimentado con nuevas actuaciones y evaluando cuidadosamente los resultados de sus programas con el fin de identificar las mejores prácticas para reintegrar a los desempleados de larga duración al mercado de trabajo.

El informe fue presentado a finales de noviembre en una reunión en la que participaron representantes de las administraciones pertinentes y de todas las entidades involucradas en la reinserción de parados. Durante la reunión, Ignacio de la Colina, Senior Country Officer de JP Morgan para España y Portugal remarcó: » New Skills at Work nació con un objetivo muy claro: ayudar a las personas a desarrollar las habilidades necesarias para participar en el mercado laboral. Por ello, estamos aprovechando nuestros recursos, experiencia y alcance global para acelerar los procesos y ayudar a los colectivos más perjudicados por la crisis económica a que encuentren un empleo acorde a sus necesidades. El director de FEDEA Ángel de la Fuente añade lo siguiente: «Es primordial la cooperación y el intercambio de información sobre buenas prácticas entre todos los organismos involucrados, desde los servicios públicos de empleo hasta las agencias privadas de colocación y las ONGs especializadas en la inserción de colectivos vulnerables. Esta sera la mejor forma de ir construyendo un sistema eficiente de ayuda a los parados de larga duración en el cual cada persona reciba ayudas a medida que le permitan volver lo antes posible al mercado laboral.”

Sobre New Skills At Work

El programa de JPMorgan Chase New Skills At Work representa un compromiso global de 250 millones de dólares con una duración de cinco años, cuyo objetivo es identificar estrategias y soluciones que ayuden a mejorar la infraestructura del mercado de trabajo y el desarrollo de mano de obra experta a nivel mundial. La iniciativa aspira a reunir a los principales responsables políticos, académicos, empresarios, educadores, centros de formación y organizaciones sin ánimo de lucro con el objetivo de conectar el diseño de las políticas laborales con la práctica, la oferta con la demanda y las empresas con los trabajadores – todo ello para consolidar la economía mundial y crear oportunidades económicas para las personas. En España, la investigación de New Skills At Work la lleva a cabo FEDEA. Además de la investigación, el programa también ofrece apoyo directo a proyectos que prestan ayudan a desempleados de larga duración y a jóvenes en riesgo de exclusión social con el objetivo de fomentar su inserción en el mercado laboral y su acceso a oportunidades de empleo de calidad. En la actualidad, la Fundación apoya programas de orientación profesional, formación, emprendimiento, y a actuaciones en empresas que mejoran directamente las oportunidades económicas de más de 11.000 jóvenes en toda España.