La industria de servicios privados de empleo generó unos ingresos de unos 495 mil millones de euros en todo el mundo en el año 2019. Dicha industria ofrece una amplia variedad de servicios de intermediación laboral, siendo su actividad principal el llamado “empleo a través de agencias”. Las empresas de trabajo temporal (EET’s) ofrecen a sus empresas clientes la mano de obra de los trabajadores temporales que contratan, mientras son responsables de todas las obligaciones laborales para con los mismos.
El empleo a través de ETT’s ha experimentado un crecimiento sustancial en la mayoría de los países desarrollados desde la década de 1990. El número de trabajadores aumentó de 8,9 millones en 2006 a 49 millones en 2019. El 39% de estos trabajadores se concentra en Europa y nueve países europeos se encuentran entre los quince mercados más grandes del mundo. El crecimiento del empleo a través de ETT’s ha sido particularmente pronunciado en países con mercados de trabajo históricamente regulados, y es en parte consecuencia de la desregulación de esta forma de empleo con el fin de dinamizar los mercados laborales. Se suele argumentar que las ETT’s ofrecen una mayor flexibilidad a las empresas para adaptarse a las fluctuaciones de demanda y reducen los costes laborales (como por ejemplo, prestaciones, pensiones, licencias por enfermedad y vacaciones). Por todo ello, en las últimas dos décadas se ha generado un intenso debate académico y político sobre cómo este tipo de empleo afecta a las condiciones laborales de los trabajadores.
Fedea publica hoy un trabajo de Raquel Carrasco (U. Carlos III), Ismael Gálvez (UIB) y B. Jérez (U. Carlos III) en el que se presenta un análisis empírico del efecto de tener un contrato a través de una ETT, en lugar de un contrato temporal directo, sobre la duración del empleo temporal. Nuestras estimaciones permiten estudiar el efecto de las ETT’s sobre la probabilidad de transición a diferentes destinos laborales: empleo permanente, empleo temporal, o desempleo. Utilizamos datos administrativos españoles (Muestra Continua de Vidas Laborales) y nuestro periodo de estudio abarca la expansión económica (2004-2007), la crisis económica (2008-2012) y el periodo de recuperación (2013-2017). Así, podemos evaluar el efecto del empleo a través de ETT’s en tres fases diferentes del ciclo económico.
España es un caso particularmente interesante, dadas sus elevadas tasas tanto de desempleo como de empleo temporal. El mercado español de ETT’s ocupó el puesto 12 a nivel mundial en 2019, generando unos ingresos de 5.600 millones de euros. Su participación en el empleo total fue del 4% en 2019, aunque su peso en el número de nuevos contratos firmados fue mucho mayor, alrededor del 10%. Estas cifras son sustancialmente más elevadas entre los trabajadores de baja cualificación. Por ello, nuestro análisis empírico se centra en una muestra relativamente homogénea de trabajadores que tiene como máximo estudios de nivel secundario. Además, nuestro modelo también tiene en cuenta el hecho de que los trabajos temporales en España tienen duraciones cada vez más cortas.
Nuestros resultados indican que tener un contrato temporal a través de una ETT en lugar de un contrato temporal directo aumenta la probabilidad de entrar al desempleo. También encontramos que estos trabajadores tienen más probabilidad de pasar al empleo permanente que los temporales directos, aunque este tipo de transición es muy poco frecuente para ambos. Por otro lado, la probabilidad de que los trabajadores de las ETT’s transiten a otro empleo a través de la ETT es muy alta, mientras que este tipo de transición es casi inexistente entre los temporales directos. A su vez, estos últimos son mucho más propensos a encontrar otro trabajo temporal directo que los trabajadores de ETT’s. Finalmente, encontramos que el efecto positivo de las ETT’s sobre la probabilidad de transición al empleo permanente es procíclico. Por el contrario, el efecto positivo sobre la probabilidad de entrar en el desempleo aumentó durante la recesión en relación con la expansión anterior, pero se ha mantenido elevado durante la recuperación. Un resultado similar se encuentra para las transiciones a otro trabajo a través de ETT, por lo que parte del aumento de dicho tipo de transiciones en los últimos años parece ser más estructural que cíclico.
En resumen, los empleos a través de ETT en España se caracterizan por un mayor riesgo de desempleo y una mayor persistencia que los temporales directos, y estas diferencias se han intensificado en los últimos años. Identificamos principalmente dos tipos de efectos: un pequeño efecto “trampolín” sobre la probabilidad de entrar al empleo permanente, pero también un efecto positivo sobre la probabilidad asociada a tener un nuevo empleo temporal a través de ETT. El primer efecto es consistente con el hecho de que las ETT’s pueden actuar como un mecanismo que mejora la asignación de los trabajadores a los puestos de trabajo. El segundo efecto puede explicarse a través de dos canales: (i) un canal directo, ya que el empleo en ETT está asociado a una elevada probabilidad de transitar a otro empleo a través de ETT, y (ii) un canal indirecto, ya que los trabajadores de ETT’s también tienen una mayor probabilidad de terminar en el desempleo, lo que puede llevarles a reiniciar su búsqueda de empleo a través de una ETT para salir del mismo. Este mayor riesgo de desempleo podría estar relacionado con las diferencias en el tipo de trabajos que los empleadores buscan cubrir cuando contratan trabajadores temporales directamente y cuando lo hacen a través de una ETT, sobre todo si estos últimos son en promedio empleos más inestables caracterizados por tasas de separación más altas. Desafortunadamente, nuestra base de datos no proporciona información sobre los el tipo de trabajos que realizan los trabajadores de las ETT’s. Sin embargo, tenemos evidencia indirecta sobre sus salarios. Los datos indican que, condicional a la duración en el empleo, los empleos a través de ETT tienden a pagar salarios iniciales más elevados. Este hecho es consistente con la idea de que los trabajadores de ETT’s deben ser compensados por la mayor rotación a la que se enfrentan.
