La segregación escolar puede definirse como el grado en el que dos o más grupos de la población (p. ej., inmigrantes y nativos) se concentran en escuelas separadas. Existe clara evidencia de que tal segregación afecta negativamente a la igualdad de oportunidades de los estudiantes. En cuanto a sus causas, además de la segregación residencial, destaca el papel de los mecanismos y reglas de asignación de estudiantes a centros escolares, incluyendo el diseño de los distritos escolares y los criterios de baremación utilizados para determinar prioridades en la elección de centro, lo que suele hacerse en base a factores como la proximidad a la residencia familiar, la existencia de hermanos u otros familiares que asistan o hayan asistido a la misma escuela y/o las características socioeconómicas de las familias.
FEDEA publica hoy un trabajo de Lucas Gortázar (Banco Mundial), David Mayor (Compass Lexecon) y José Montalbán (U. de Estocolmo) en el que se analiza el impacto sobre el grado de segregación escolar (por nacionalidad del estudiante y nivel educativo de los padres) de la reforma de las reglas de asignación aplicadas en la Comunidad de Madrid que se realizó entre 2012 y 2013, conocida como la reforma del “distrito único.” El trabajo se centra en particular en los efectos de dos aspectos de esta reforma que fueron introducidos respectivamente en los cursos 2012/13 y 2013/14. El primero fue un cambio en los criterios de asignación de puntos en el que se redujeron los asignados a los estudiantes procedentes de familias con bajos ingresos y se introdujeron puntos para aquellos que fueran familiares de antiguos alumnos del colegio. El segundo fue la pérdida de importancia de los puntos de prioridad por residencia. En la ciudad de Madrid, objeto central del estudio, los 21 distritos escolares existentes hasta ese momento se unificaron de facto en un único distrito.
El estudio concluye que la primera de las reformas citadas incrementó significativamente el grado de segregación escolar por nivel de educativo y nacionalidad (en un 3 y 13 por ciento, respectivamente). La introducción del distrito único, sin embargo, no tuvo efectos significativos sobre el grado de segregación escolar, pero sí aumentó la “movilidad” estudiantil, medida por el porcentaje de estudiantes que elijen un centro fuera de su distrito de residencia.
Los resultados del estudio indican que los mecanismos y reglas de asignación de estudiantes a los colegios, y en particular los baremos de puntos de prioridad, juegan un papel relevante en la determinación del grado de segregación escolar. Si el objetivo de la política pública es el de reducir tal segregación, concluyen los autores, se debería asignar una mayor prioridad a las familias de bajos ingresos y eliminar los puntos otorgados a los familiares de exalumnos.
Documento completo
Gortázar, L., D. Mayor y J. Montalbán (2020). ”School Choice Priorities and School Segregation: Evidence from Madrid.” FEDEA, Estudios sobre Economía Española no. 2020-06, Madrid.
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