En este informe del Observatorio Fiscal y Financiero de las Comunidades Autónomas elaborado por Manuel Díaz y Carmen Marín, se analiza la ejecución de los presupuestos autonómicos de 2019 y se hace una valoración de los presupuestos de 2020, sin tener en cuenta los efectos de la COVID-19.
En el año 2019, las CC.AA. presentaron unos presupuestos consistentes con el objetivo de déficit del 0,1% del PIB. Sin embargo, el déficit en Contabilidad Nacional de este subsector en el año 2019, fue del 0,55% PIB. No obstante, parte de este incumplimiento se debe a que las CC.AA. presupuestaron en 2019 una compensación por el efecto del nuevo Suministro Inmediato de Información (SII) de IVA de 2017. Esta compensación no llegó a materializarse en 2019, por lo que, el Gobierno optó por no tenerla en cuenta para valorar el cumplimiento del objetivo de déficit. Si se descuenta este efecto, el déficit autonómico se situó en el 0,34% del PIB. En su conjunto las CC.AA. incumplieron su objetivo de déficit, habiendo únicamente seis que cumplieron: Canarias, Navarra, País Vasco, Andalucía, Galicia y Madrid. Este incumplimiento generalizado del objetivo de déficit se debe a la sobreestimación del “resto de ingresos” (ingresos no incluidos en el Sistema de Financiación Autonómica). Además, las CC.AA. también presupuestaron unos ajustes en Contabilidad Nacional (CN) mayores de los realizados. Este desvío en el ajuste en CN se debe fundamentalmente a una peor evolución de la cuenta 413 sobre lo inicialmente previsto.
En el caso del análisis de los presupuestos 2020, no tendremos en cuenta el impacto económico de la crisis de la COVID-19, debido a que el objetivo de este informe es realizar una valoración sobre los Presupuestos que fueron elaborados por las CC.AA. a finales del año 2019, es decir, antes de la pandemia. Las CC.AA. han previsto en sus presupuestos 2020 unos ingresos superiores en unos 11.600 millones de euros a los ingresos no financieros de cierre de 2019. Este incremento de los ingresos se explica a través de las mayores Entregas a Cuenta y liquidaciones previstas por importe de 8.550 millones de euros. Los 3.100 millones de euros restantes se corresponden con el aumento previsto en los presupuestos de las CC.AA de los recursos no sujetos a entregas ni liquidaciones, es decir, el resto de ingresos. Por el lado de los gastos, las comunidades han anunciado un aumento de los gastos no financieros de unos 5.000 millones. Sin tener en cuenta los efectos económicos de la COVID-19, pensamos que las regiones no iban a cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria de 2020 del 0% del PIB (objetivo de déficit vigente en el momento de elaborar los presupuestos de las CC.AA.) a pesar del incremento de los recursos del sistema de financiación sujetos a entregas a cuenta y liquidación. Y todo ello por dos motivos. El primero por el incremento del Gasto no financiero. Y segundo, por la sobrevaloración observada de los ingresos no sujetos al sistema de financiación que superaba el 0,3% del PIB.
Aunque todavía es pronto para evaluar el impacto que va a tener la COVID-19 en las cuentas públicas de las regiones, sobre todo a nivel individual, podemos señalar que va a ser limitado, en referencia a los ingresos, por dos motivos. El primero porque las entregas a cuenta, que suponen la mayor parte de los ingresos de las CC.AA. (salvo en las Forales), no se van actualizar con el nuevo escenario macroeconómico, y por tanto, el impacto se retrasa a 2022 (año de liquidación del Sistema de Financiación de 2020). Y el segundo, por la puesta en marcha por parte del Estado de un Fondo no reembolsable por valor de 16.000 millones, para compensar el aumento del gasto sanitario y la caída en la recaudación en los impuestos propios. Creemos que es muy prematuro predecir cuál será el déficit de cierre de las CC.AA. en 2020 pero casi seguro que incumplirán el objetivo previsto (saldo CN -0,2% PIB), aún contando con el ingreso extraordinario del Fondo no reembolsable.