Fedea publica hoy el tercer Informe del “Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones monetarias entre los hogares españoles”, correspondiente al año 2015. En el Informe se estima el impacto redistributivo del sistema fiscal y las prestaciones públicas de carácter monetario sobre los hogares españoles. El estudio abarca a los hogares residentes en las diecisiete comunidades autónomas y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Las prestaciones públicas de carácter monetario reducen en un 28,93% la desigualdad de la renta primaria o de mercado de los hogares de 2015, ligeramente por encima del 28,77% alcanzado en 2014. Un 80% de ese efecto se debe, como en los años precedentes, al impacto redistributivo de las pensiones de jubilación y supervivencia.
Para el conjunto de impuestos considerados en el estudio, la presión fiscal se reduce entre 2014 y 2015, del 27,10% de la renta bruta de los hogares al 26,36%, debido, sobre todo, a la reforma del IRPF de noviembre de 2014, que comenzó a aplicarse en 2015. Como resultado de esta bajada, también disminuye el efecto redistributivo del sistema fiscal, desde una reducción de la desigualdad de la renta bruta de un 3,16% en 2014 a un 2,54% en 2015. Como en anteriores Informes, se observa que el IRPF es el impuesto que sostiene la capacidad redistributiva del sistema fiscal español, tras absorber la desigualación generada por la imposición indirecta y las cotizaciones sociales de trabajadores y autónomos.
Agregando los dos instrumentos de la intervención pública, se obtiene que los impuestos y las prestaciones disminuyen en un 30,73% la desigualdad de la renta de mercado de 2015 y que las prestaciones públicas son responsables del 94% de ese efecto global, cifras similares a las de 2014.
Como novedad, en este Informe se estudia la incidencia de impuestos y prestaciones sobre diversas categorías de hogares, en función de su composición y edad, de la fuente principal de sus ingresos y de la edad del sustentador principal. Además, por primera vez, se cuantifican los efectos distributivos del IBI correspondiente a las viviendas habituales de los hogares. El estudio concluye que los hogares integrados por personas de mayor edad son los que soportan un tipo efectivo menor, por no estar sujetas mayoritariamente a cotizaciones sociales, y se benefician de un subsidio efectivo mayor, gracias fundamentalmente a las pensiones que reciben. Este grupo de hogares, por tanto, resultan ser los mayores beneficiarios netos de la intervención pública a través del conjunto de impuestos y prestaciones monetarias considerados en este Informe.
Documento
López Laborda, J., C. Marín y J. Onrubia (2018). “Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones monetarias entre los hogares españoles. Tercer informe – 2015.” FEDEA, Estudios sobre la Economía Española, 2018-14, Madrid.