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Las reformas del Plan de Recuperación español

El paquete de ayudas europeas para la recuperación del Covid, NGEU, tiene dos características novedosas. La primera es que, rompiendo con un tabú de larga tradición, se está financiando mediante la emisión de deuda mutualizada, emitida por la Comisión Europea en nombre del conjunto de la UE. La segunda es que, a diferencia del grueso de los anteriores fondos europeos, las ayudas del Fondo de Recuperación se desembolsan con un criterio de pago por desempeño, en lugar de a través del reembolso del gasto realizado en programas o proyectos de inversión previamente autorizados. El desempeño se medirá en parte en términos de la implementación de reformas que se espera tengan efectos positivos duraderos sobre el crecimiento, la equidad o la sostenibilidad. Los fondos NGEU, por tanto, se están utilizando para incentivar reformas estructurales. Se trata de un interesante desarrollo que podría tener continuidad en la práctica comunitaria si la experiencia resulta satisfactoria.

Estas dos características son parte integral de un paquete negociado. Puesto que la carga del servicio y amortización de la deuda recaerá desproporcionadamente sobre los miembros más ricos de la UE, un programa ambicioso de reformas estructurales que aumente el potencial de crecimiento de los países más pobres y ayude a mejorar sus finanzas públicas puede ser una contrapartida razonable para la transferencia implícita en la mutualización de la deuda — siempre que ayude a incrementar la contribución del segundo grupo a las arcas de la UE en el futuro, o al menos reduzca sus necesidades de ayuda adicional. Para que el acuerdo sea satisfactorio para ambas partes, y por lo tanto susceptible de repetirse en el futuro, es importante que los programas de reforma estén bien diseñados y se ejecuten correctamente.

Fedea publica hoy un trabajo de Ángel de la Fuente, preparado para el Anuario del Euro 2024, en el que se analiza hasta qué punto estas condiciones se están cumpliendo en el caso del componente de reformas del Plan de Recuperación español. La conclusión del trabajo es que el balance hasta el momento no es del todo satisfactorio. Algunas reformas importantes, como las de pensiones y vivienda, apuntan en la dirección opuesta a la exigida en las correspondientes recomendaciones específicas de país y otras carecen de la suficiente ambición. Sin embargo, los informes de la Comisión Europea no han sido particularmente exigentes hasta el momento, dando por cumplidos los hitos relevantes con la aprobación de las nuevas normas sin entrar a valorar su contenido. No está claro, sostiene el autor, que ésta sea la estrategia óptima si aspiramos a maximizar los beneficios derivados de NGEU y a mantener abierta la opción de adoptar iniciativas similares en el futuro si hiciera falta.

Más información

de la Fuente, A. (2024). “The Reforms component of Spain’s Recovery Plan.” FEDEA, Estudios sobre la Economía Española no. 2024-08. Madrid.