Fedea publica hoy una nota elaborada por Ángel de la Fuente en la que se analiza la liquidación del sistema de financiación autonómica (SFA) correspondiente a 2019, que ha sido hecha pública recientemente por el Ministerio de Hacienda. En la nota se calcula la financiación definitiva de 2019 a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal y se introducen algunos ajustes a las cifras oficiales con el fin de hacerlas más comparables entre comunidades.
El volumen total de la financiación definitiva de las CCAA de régimen común, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, experimentó en 2019 un aumento del 4,6% en relación a 2018. Para años más recientes no se dispone todavía de datos de financiación definitiva, pero los recursos sujetos a liquidación proporcionados por el SFA aumentaron en algo más de un 7% entre 2019 y 2020 (sin contar el Fondo Covid-19 y otras ayudas extraordinarias que no se integran en el SFA), a pesar del fuerte descenso de la renta y los ingresos tributarios generado por la crisis del Covid. En cuanto a 2021, se espera un ligero descenso en los recursos del SFA en consonancia con unas estimaciones de renta que se mantienen algo por debajo de los niveles prepandemia.
El Cuadro 1 compara los resultados financieros del sistema en 2019 con los de 2018 en términos de un índice con media 100 de financiación efectiva por habitante ajustado, calculada a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal. Las variaciones interanuales en las posiciones relativas de las distintas comunidades autónomas en relación con el ejercicio anterior han sido poco significativas. Las más importantes han sido los retrocesos de Aragón y Baleares, que pierden 2,7 y 2,1 puntos respectivamente en relación con el año anterior
El Cuadro 2 muestra los flujos netos de redistribución interregional canalizados a través del SFA en 2019. En la primera columna se recogen los ingresos brutos homogeneizados de las comunidades autónomas por tributos cedidos (antes de ejercer su capacidad normativa para subir o bajar tipos) y en la segunda su financiación efectiva final a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal. La diferencia entre estas dos magnitudes se debe a que los distintos Fondos que conforman el SFA generan flujos de nivelación que pueden ser positivos (si una región recibe finalmente más de lo que ingresa en primera instancia por tributos cedidos) o negativos si la comunidad es aportante neta a la nivelación regional.
La suma de los saldos positivos que aparecen en la penúltima columna del cuadro nos dice que el sistema aporta a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de casi 19.000 millones de euros. Estos recursos provienen en parte del Estado (que aporta unos 10.300 millones de euros en términos netos) y en parte de las comunidades con mayor renta per cápita (Madrid, Cataluña y Baleares) que aportan otros 8.500 millones. Las aportaciones a la nivelación suponen en torno a un 10% de los ingresos tributarios autonómicos en Cataluña y Baleares y casi un 25% en Madrid. En el lado de las comunidades receptoras, los ingresos por esta vía exceden el 20% de los ingresos tributarios homogéneos en diez casos y son particularmente importantes en Canarias, donde suponen más de la mitad de los ingresos totales.
Documento completo
de la Fuente, A. (2021). “La liquidación de 2019 del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común.” FEDEA, Estudios sobre Economía Española no. 2021-26. Madrid.