Fedea publica hoy la sexta edición del Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles, elaborado por Julio López Laborda (U. de Zaragoza y Fedea), Carmen Marín (Fedea) y Jorge Onrubia (UCM y Fedea). En el estudio se estima el impacto distributivo sobre los hogares residentes en España de las prestaciones públicas, monetarias y en especie, y del sistema fiscal para los años 2017 y 2018, presentándose resultados a nivel nacional y desagregados por comunidades autónomas.
Sucesivas ediciones del Observatorio han ido ampliando el listado de tributos y prestaciones cuyo impacto redistributivo se analiza. En la anterior edición se incorporaron las principales prestaciones públicas en especie (sanidad y educación) y en este último informe se añaden también el Impuesto de Sociedades y las cotizaciones sociales pagadas por las empresas, obteniéndose así una fotografía muy completa del impacto redistributivo del sector público que recoge, además, los efectos de prácticamente todos los grandes tributos estatales y autonómicos y las principales prestaciones monetarias, incluyendo las prestaciones y subsidios por desempleo, invalidez, enfermedad y asistencia social y ayudas al estudio, familiares y a la vivienda.
El estudio concluye que la intervención pública reduce en un 35% la desigualdad de la renta de mercado de 2018 en España en su conjunto. De esta corrección, las prestaciones monetarias, fundamentalmente las pensiones, aportan un 70% y el gasto público en sanidad y educación un 23%, mientras que la redistribución alcanzada a través del sistema fiscal se limita al 7% restante y se debe sobre todo al IRPF.
Los hogares pertenecientes a los tres primeros quintiles de renta (esto es, el 60% con menor renta bruta) son beneficiarios netos de la intervención pública, ya que perciben un subsidio efectivo neto (prestaciones menos impuestos), mientras que los situados en los dos últimos quintiles son contribuyentes netos. El tipo neto de gravamen es, como cabría esperar, creciente en renta excepto en la parte más alta de la distribución, donde el tipo efectivo neto cae desde el 25,5% en los centiles 91 a 99 hasta el 25,2 para el 1% de hogares con mayor renta bruta, poniendo de manifiesto que el sistema de impuestos y prestaciones en España agota su progresividad en la parte más alta de la distribución de la renta bruta.
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Documento completo
López Laborda, J., C. Marín y J. Onrubia (2021). “Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles. Sexto informe – 2017 y 2018.” FEDEA, Estudios sobre la Economía Española no. 2021‑33. Madrid.